Es fundamental que reciban todos los nutrientes. Segun las últimas investigaciones, no deben faltarte:
CAFÉ: un estudio en la revista estadounidense
Nature Neurosciencie sostiene que, en sus dosis justas y sin leche, protege la memoria a largo plazo.
TÉ VERDE: antioxidante y rico en vitamina B7 o colina-componente de la acetilcolina (un neurotransmisor), mantiene las membranas celulares y favorece la cognición.
CHOCOLATE NEGRO: gracias a la epicatequina (un flavonoide: antioxidante), ayuda a que la sangre llegue al celebro. No tomes con leche, ya que pierde esta propiedad.
HUEVO: la yema abunda en colina o vitamina B7, y aporta proteinas de calidad.
YOGUR: regenera la flora intestinal, cuya influencia sobre el estado anímico y la salud mental se está comenzando a valorar ahora.
PESCADO AZUL: presenta ácidos grasos Omega -3, que protegen de patologías neurodegenerativas como el alzhéimer (ralentizan el deterioro cognitivo en sus primeras fases). Toma sardinas, boquerones, atún, salmón, caballa..., como mínimo tres veces a la semana.
NUECES: la sabiduria popular relacionaba su forma de celebro con sus beneficios sobre éste. En la actualidad se sabe que se debe a sus Omega-3 y a otros polifenoles que actuan como antioxidantes, que frenan los radicales libres que causaninflamación y daños a las neuronas. Además, las nueces también potencian la conexión neuronal y el crecimiento de nuevas células nerviosas.
AVENA: además de combatir el estrés y ser ansiolítica, si se toma en el desayuno, ayuda a que el azucar en sangre no se dispare y a mantener a raya el colesterol, factores ambos vitales para la salud mental.
ARÁNDANOS: como el té verde, son una fuente importante de polifenoles, con lo que palían el estrés oxidativo. Sobre todo los arandanos rojos americanos, que contienen proantocianidina, una flavonoide que potencia el rendimiento intelectual.
AGUA: fundamental alejarse de la deshidratación y beber dos litros al día. El celebro es uno de los órganos que más agua contiene, su carencia provoca problemas de concentración.
BRÉCOL Y LOMBARDA: aportan sulforafano, un antioxidante neuroprotector que se forma -precisamente- al partir, cocinar y masticar los alimentos.